13.9.10

Dijo la mano despidiéndose sin querer ser vista.

Como digo siempre, ''es la realidad que el ciego nunca será capaz de ver''. Pues verás, pequeña mente egoísta, nada es lo que dices y todo es lo que demuestran tus ojos. Ni la claridad ni la soberanía me quitará ese miedo que hoy ha podido conmigo. Ni las ganas quitarán ese brillo, ni los actos borrarán ese sentimiento dolorido. Las lágrimas no se borran, y las sonrisas exteriores no siempre muestran la felicidad interior que quieres que exista. Los pecados no se perdonan en un día, al igual que el rencor no se evade con un simple chasquido. son duros enfrentamientos personales, reales, contra los que has de combatir tú misma y eliminarlos. En el momento que tiras la toalla, no mereces perdón alguno, no mereces situación que sea recordada como recuerdo, ni la palabra 'olvido' para olvidarte. He ahí donde hoy quiero llegar, a la derrota de mi corazón. La explosión, el cansancio de estar siempre haciendo el ridículo. Hoy no quiero ser perdonada, y sabiendo que los brillos de ojos reaparecerán, al igual que las penas interiores y las sonrisas perdidas, gritaré un fin de combate claro cediéndole la victoria a mi fiel contrincante.
Y recordó, como hace siempre, esas palabras que borrará de su mente una vez dichas:
''Fue la sonrisa que me enterneció, los ojos felices que me conquistaron. Fueron las palabras abrazadas de cariño, las luchas ganadas en tan poco tiempo. La dispersión de algo inacabado que creímos dar por zanjado. Las creencias que hicimos mal en pronunciar, y los temblores que siempre evitamos esconder. Fueros esas frases repletas de reproches, y son las que hoy me dejan esta alegría. Es mi corazón feliz con tu sonrisa, un azul que inesperadamente apareció a escondidas de lo que yo ya sabía. Porque nunca acabamos lo que dijimos terminar. Y poco a poco y sin querer, fuimos reconstruyendo, algo que nos hizo felices, y que hoy lo determinas como ''pegajoso''.
Pasé de largo tu ironía que tanto odiaba y necesitaba a la vez. Y con el oso, no la regalé un peluche. La regalé el beso que tanto deseo darle por las noches, le regalé una sonrisa que le inspirase y devolviese todo lo que me había dado a mí cambiándote tanto en estos dos años. La regalé mi abrazo por las noches, la seguridad de que mientras yo viva no la pasará nada. Tu azul, tu sonrisa. El cariño que me tuviste. Ahora, todo es de ella.
La di todo lo que tú me diste: consejos, felicidad, y noche tras noche, hice posible que sus sueños se cumpliesen como has hecho tú que se cumplan los míos.
No sé si será una despedida, un punto y aparte, o sólo uno de esos miles de paréntesis. Pero hoy no estoy jugando. Hoy quiero borrar, borrarte, borrarlo todo.
Gracias.''
Powered By Blogger

Seguidores

Datos personales

Mi foto
Next time, there will be no next time.