Y recordó, como hace siempre, esas palabras que borrará de su mente una vez dichas:
''Fue la sonrisa que me enterneció, los ojos felices que me conquistaron. Fueron las palabras abrazadas de cariño, las luchas ganadas en tan poco tiempo. La dispersión de algo inacabado que creímos dar por zanjado. Las creencias que hicimos mal en pronunciar, y los temblores que siempre evitamos esconder. Fueros esas frases repletas de reproches, y son las que hoy me dejan esta alegría. Es mi corazón feliz con tu sonrisa, un azul que inesperadamente apareció a escondidas de lo que yo ya sabía. Porque nunca acabamos lo que dijimos terminar. Y poco a poco y sin querer, fuimos reconstruyendo, algo que nos hizo felices, y que hoy lo determinas como ''pegajoso''.
Pasé de largo tu ironía que tanto odiaba y necesitaba a la vez. Y con el oso, no la regalé un peluche. La regalé el beso que tanto deseo darle por las noches, le regalé una sonrisa que le inspirase y devolviese todo lo que me había dado a mí cambiándote tanto en estos dos años. La regalé mi abrazo por las noches, la seguridad de que mientras yo viva no la pasará nada. Tu azul, tu sonrisa. El cariño que me tuviste. Ahora, todo es de ella.
La di todo lo que tú me diste: consejos, felicidad, y noche tras noche, hice posible que sus sueños se cumpliesen como has hecho tú que se cumplan los míos.
No sé si será una despedida, un punto y aparte, o sólo uno de esos miles de paréntesis. Pero hoy no estoy jugando. Hoy quiero borrar, borrarte, borrarlo todo.
Gracias.''