Ni conté los días ni recuerdo el número si acaso mi desesperación me lo dijo. Ni busqué una respuesta ni una suficiencia con la que conformarme. La verdad es que no esperaba lo primero como primero, ni la gran sonrisa con la que me has dicho adiós. El haber pasado por alto tu pregunta al saludar ni el agarrón de tira y dame dentro de un metro. No tengo prisa y siento que, por fin, la impaciencia se ha escondido tras un deseo enorme de sentir ese cariño que has medio mostrado. Mira que somos raras eh.. único. No tengo ni ganas de luchar ni rabia por la que tirar la toalla. Simplemente he visto eso que tanto necesito, he escuchado esa voz que tanto me ha aconsejado a lo largo de mi vida, he sentido esa manera que tienes de bacilar y mostrar cariño a la vez.. por fin eres tú mi ironíapersonificada. Por fin ese metro, ese vagón. Por fin ese abrazo cortado, por fin me has jurado pegarme más. Y no, no soy masoca, sólo me encanta el sentir esa inquietud que me de muestras al sentir tu felicidad con un golpe de hombro.
Aunque parezca no tener sentido, para mí lo tiene.. lo tiene tanto que hasta mis frases no tienen sentido.
ROOOMA. (claro que lo sé.)
