Nadie como tú. (Con nadie sin contigo.)

Perder y retroceder se escriben en la misma linea.

A veces la gente piensa ya haber vivido, o soñado, eso que les acaba de ocurrir. Lo denominan como déja vu. Pero en dos semanas son dos sueños cumplidos: Un accidente en un metro contigo, fotos del parque. No es algo material, es una creencia, es una religión que parece cumplirse cuando lo escribe el subconsciente. Ahora podría estar corriendo a ver eso con lo que no podrá la distancia, podría escribirme en otra página de sus días, crear un momento que más tarde se convertirá en recuerdo. Pero hoy es mejor atarse a la cama, cerrar los ojos, y volver junto a ese sueño que no termina en tragedia.
Son casualidades de la vida, son cosas que dan miedo. Pero más miedo me da que mi fortaleza no pueda creer que las casualidades existan.
Momentos congelados. Recuerdos que jamás se olvidarán.
(Una mirada es suficiente para hablar.)

Hoy es:
- Típico día en el que mataría a todo el que me encuentre.
- De esos días en el que le meterías un grito a la persona que más quieres, simplemente, porque sí.
- Un día en el que no se podría mantener una conversación sin gritar conmigo.
- Día hormonal sin hormonas alteradas.

He acudido a la violencia a la hora de desahogarme contra una pared inocente. He roto esquemas (los de mi vida) y he quemado todos esos recuerdos que alimentaban mi corazón (también en llamas) de algo bueno. He pisado con todo el peso posible la carta que un día escribí, la semana que he vivido, me la he cargado. He terminado con mis sentidos, ya no necesito uno más, sino 5 menos. Arrastrando todo lo roto, he arrancado las páginas que dejé que un día escribieses en el libro de mi vida, he borrado las letras de Iván, y he cerrado con pestillo la puerta de mis ojos, para no matar al primero que pase. Te mataría y ahogaría ocho veces en un oceáno pérdido (inexistente) y me sumergiría junto a las piedras sólo para ver cómo mueres. Y con esas piedras crearía un fuego, para irme quemando poco a poco por ser quien he sido y soy. He escrito mis deseos de acabar con todo deseo que no sea la muerte. Y revelado entre lineas una rabia inconfesable y un odio arrebatador hacia mí misma.
Y todo esto: Sin haber pasado nada.

Y el mundo se acelera

Recuerdo que quería estar junto a ti hasta el final.
Día a día, me has enseñado algo nuevo, aportado una lección más. Has apoyado y sonreído a todo lo malo para convertirlo en mejor, has leído lo indestructible y hemos sido hipócritas como nadie, a la vez. Porque el tiempo va pasando y no se va a detener, y mientras corre el secundero al hablar contigo, se frena en el momento de soledad rodeada de 300m2 vacíos.

Y ahora lees y recuerdas lo que le dijiste a alguien que no merecía tanto la pena como jurabas. Y sientes y lloras, y te envuelves en el arrepentimiento de la ingenuidad, y te preguntas qué pasó esos días en tu mente para no poder abrir los ojos. Ese escalofrío que aporta un sudor interno al no saber cómo ni cuándo cambiaste de opinión, que hizo que esas nubes bajasen a verte, qué hizo que esas palabras convirtiesen lo innombrable en algo digno de ser gritado. No entiendes ni la forma en la que llevó a cabo su ansia para llenar tu tranquilidad de agarrones separados y luces apagadas. Ves cómo es típico y no entiendes el porqué de tanta incomprensión.

¿A caso llevas 3 años equivocada?

El escaparate que deslizaba por el tobogán.

No entiendo cómo se entierran siempre los momentos buenos, y cuando nos hacecha uno malo lo único que soy capaz de ver es ese viento que rastrilló por completo algo que no quise acabar. Conseguí mentir a la verdad deseándole un fin a su fecha ya caducada, desafiando los conocimientos de lo que escondía la amenaza. Logré ser una de dosmil, y aún a día de hoy me siento más grande que esos dosmil juntos sólo por tenerte. Vimos un escaparate deslizarse por un tobogán, vimos una acción arrastrarse detrás de una pausa y un flash antes de aterrizar, fotografiando lo que olvidamos ver.

''Yo regalaba los fines de semana, yo me gastaba todo en sonreir.. y aunque miraba mucho, nunca llegué a entender las cosas. Te quiero, pero no sé bien porqué.''

Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta.

''Los valientes son los que son de verdad, ni los fuertes ni sus guerras. ''

Y deja un gran espacio para poder describir al cobarde.
Cobarde es aquel que lucha durante 3 años por querer recuperar a alguien, y cuando lo consigue, por alguna razón (escondida tras la obvia de no querer sufrir más) decide acabar con todo y decirle adiós a eso que tanto quiere. Eso que tanto ha hecho por tí, y que no sabes valorar. Porque al acabarse una relación ya no se valora ese día que te cogió de la mano y te dio su apoyo. Ni ese abrazo al ver cómo una lágrima salia de tus ojos. Olvidas las palabras que te hicieron querer comerte el mundo.
Lo que importa ahora es esa única acción, ese desastre, ese segundo en el que una mirada y una sonrisa forzada nos demuestran que ya no es lo mismo. Valorando el mundo tan positivo como negativo, generalizando sobre hombres y mujeres, hablando de tanto sin saber nada. Afirmando una verdad no contrastada que ni te mlestas en poner en duda.
Sólo la idealizamos como veraz para poder decir, con la mente tranquila y el corazón inhabitable, 'adiós'.

Me rebelé contra todo hasta el sol, y me enfadé con el mundo, malditos complejos que siempre sacan lo peor.
Me dije: 'En la fuerza estará lo mejor, disfrazada de una que no era yo. Era quien sentía que tenía que ser si quería tenerte y que me tengas.'

Y aunque todo ha terminado (de hecho todo está empezando)

Resbalando por el acantilado mareando un no saber qué hacer. Y ante la duda de si lklegó hace mucho el final, o si acabamos las palabras en poco tiempo, he de decir, que no hay dudas más ciertas que la verdad de una lágrima de risa. No hay cosa más veraz que lo feliz que me hace ver sonreír a la persona que me costó tanto recuperar. Esa persona en la cual nunca perdí la confianza. Esa persona que ya no necesito, porque ya la tengo. Escondió su no yse abrió un quizás que tras muchas puertas que intentó cerrar, acabó siendo un sí. Sé que corre en contra mía.. que el tiempo corre en cada instante, envidio no poder oír la melodía que un día yo soñé tocar.

Aún no es tiempo de marcharse, y entiendo que la despedida sería no volverse a ver más. Volver.. como lo hicimos una vez. Como volvió el tienmpo a mi reloj, algunas cosas se pararon porque me diste no motivos para no volver jamás.. Y aquí estoy.

Todo lo que no aprendí, nunca se me ha olvidado.

Como el pánico que da la distancia, o como la rabia que aporta el tiempo. Ese rintintín que se pasea por tu tripa cuando pasa una ráfaga del mismo color de siempre, o con el mismo holor que hasta hace sólo unos segundos sentías como propio. La playa con arena que te hartas de pisar en verano. Y esa foto que no marca un antes ni un después, que es simplemente ''esa foto''. Esa ventana que convierte en cómplice de sonrisas enlagrimadas al irte alejando. Y esa melodía que sonríe a tus lágrimas cuando la distancia y el tiempo disminuyen juntos.
A veces no nos damos cuenta de lo que puede pasar hasta que pasa. Luego reconoces cómo realmente sí que fuiste capaz de verlo, simplemente borrabas ese pensamiento de tu cabeza por miedo a que no se cumpliese un sueño. Y junto a ese miedo temblaste y lloraste recordando momentos felices. Momentos que ni si quiera pretendes olvidar, porque son un seguro de vida a la hora de saber si algún día fuiste feliz.
Son esas cosas pequeñas que nos pasan a todos. Esas que no borramos ni el día de la reconciliación. Porque junto a esas noches en vela, y junto a esa música, te acompañaba la persona que tú querías que te acompañase. Y por muy solo, o desesperado que te siniteses, el saber que algún día sonreísteis juntos, hace que todo tenga un sentido merecedor de luchas.
''Quiero estar cerca de ti. Lo más lejos a tu lado.''

Las barreras de la risa.

Dicen que cada día se aprende algo nuevo. Y la verdad no es que sea un aprendizage, pero sí que es una nueva forma con la cual empezar un viernes sonriendo.

'No es que empezase a confiar en la gente, es que tenemos mucha historia a nuestras espaldas. Y sólo decidí confiar en tí'.
A mí un día de estos me matas, de felicidad, pero me matas. Sé que no tendrá sentido para nadie estar sonriéndo siempre sólo porque tú me hagas sonreir, pero es que sí que eres la alegría de mis días. Que me esperes, que me sonrías, que me digas que cinfías en mí. Antes hubiese sido un peso, ahora tu confianza sólo es una virtud la cual adjudicarme. No haber conseguido sólo unas palabras de ánimo, si no haberme hecho un hueco en ti. Poder ser quien quiero ser contigo, poder ser quién soy, poder darme cuenta de que puedo.


Ya sabes lo que hay, lo que hubo y lo que jamás dejaré que haya otra vez. Como tú has dicho, tenemos mucha historia a nuestras espaldas. Sólo hay que dejar de mirarla y utilizarla en los peores momentos para no volver a caer. Porque la confianza es la base de algo bueno, y yo he conseguido plantar esa base día a día. Sin fingir, sin mentiras. Siendo quién quiero ser y viéndote cambiar como sólo tú crees que no haces.

Paella en mi honor, y una ración de sonrisas y bostezos. Suerte.
Gracias- despistaos.

'es la ventaja de irse haciendo viejo'

''No voy a sentirme mal si algo no me sale bien, he aprendido a derrapar y a chocar con la pared. Que la vida se nos va como el humo de ese tren, como un beso en un portal, antes de que cuente diez

Y no volveré a sentirme extraño, aunque no me llegue a conocer. Y no volveré a quererte tanto y no volveré a dejarte de querer. Dejé de volar, me hundí en el barro, y entre tanto barro me encontré algo de calor sin tus abrazos, ahora sé que nunca volveré.''

No supo deshacerse de ellas

Now I that I´m (here) so far away, I can't struggle with my voice (again). So you said you'll never come (back), but here you are again.
See this wings? You created them when you flew away. Wherever we're going, I won´t mind falling (again) I will learn how to fly off, (again.)

''Lo único que quiero es protegerte.''

No me olvido de lo recordado, ni de las promesas, y no me olvidaré que:
He roto las barreras del sonido en uno de esos comunes intentos de alejar a lo que más me acerca de mí misma. Las palabras que necesitaba, y la fórmula que adoptamos para encontrar una solución a nuestra ecuación. Adopto el apadrinamiento de encontrarme bajo los escombros que me provocó un padre deshabitado. Mi lugar está en el sitio al que me lleva ese tren todas las mañanas, está donde sonríes y me proteges, donde las frases vencieron a mi batalla, donde encontramos lo que perdimos tantas veces.

''Da igual a quien, las cosas con ellos jamás saldrían bien. Y es que tú y yo, ya no somos como el resto del mundo.''