Dicen que cada día se aprende algo nuevo. Y la verdad no es que sea un aprendizage, pero sí que es una nueva forma con la cual empezar un viernes sonriendo. A mí un día de estos me matas, de felicidad, pero me matas. Sé que no tendrá sentido para nadie estar sonriéndo siempre sólo porque tú me hagas sonreir, pero es que sí que eres la alegría de mis días. Que me esperes, que me sonrías, que me digas que cinfías en mí. Antes hubiese sido un peso, ahora tu confianza sólo es una virtud la cual adjudicarme. No haber conseguido sólo unas palabras de ánimo, si no haberme hecho un hueco en ti. Poder ser quien quiero ser contigo, poder ser quién soy, poder darme cuenta de que puedo.
Ya sabes lo que hay, lo que hubo y lo que jamás dejaré que haya otra vez. Como tú has dicho, tenemos mucha historia a nuestras espaldas. Sólo hay que dejar de mirarla y utilizarla en los peores momentos para no volver a caer. Porque la confianza es la base de algo bueno, y yo he conseguido plantar esa base día a día. Sin fingir, sin mentiras. Siendo quién quiero ser y viéndote cambiar como sólo tú crees que no haces.
Paella en mi honor, y una ración de sonrisas y bostezos. Suerte.
Gracias- despistaos.
