Entre apresuradas pausas hago un espacio para explicar cómo el tiempo se me antoja.
La cojera de una situación que cambiaste de rumbo, no esperaba una explicación, no esperaba si quiera que te colocases a mi lado esperando no recibir palabra. Un guiño que esconde un ojo inválido al no querer mirar eso que tanto deseará ver cuando no te tenga delante. Crees que voy a ceder, a terminar con esto algún día, que decidiré no escuchar más la radio por no escuchar mi voz en las letras de todas las canciones que me hablen de ti. Crees que dejaré de creer en una religión impuesta por una simple pero lograda visión del mundo sin importancia. Y es que no sé ni cómo se me pasean pensamientos agarrados de sentimientos, no sé cómo agarras de la correa a mi corazón y me haces caminar detrás tuyo. Una tristeza no es vital para una vida coloreada en blanco y negro, ni una antigüedad una fecha de caducidad. Si puedo ir despacio y llegar con prisas al momento y el lugar idóneo, puedo acabar con la distinción de mi mediocridad.
Siento decirte, que no que no que no que no que no. Que sí. Sí seguiremos.
''Cuando te tengo cerca, algo de mí se aleja''
