Tengo una sospecha, una pequeña, inesperada, una de esas que cuándo la tienes, no se va de tu mente nunca. Una conclusión.. me falta concluírla. Todo (o nada) es relativo. La vida (viva o muerta) es final. La felicidad, esa que duele, es irrelevante en comparación con el sentimiento. Ese sentimiento que nunca pensaste (conscientemente) en tener. Que tu inconsciente (y el mío, no te creas) siempre actuará por encima de tu conciencia (y la mía).
Suena raro, lo sé. No hay nada que me caracterice más que la rareza. ¿Originalidad decías? No, rareza. Pero en el fondo, me consuela saber que todos somos raros a nuestra manera. Lo dejo en que la rareza no existe. Hay, diferencias, claro. Y hoy vengo a decir, que no, que no superaban a esos ojos azules. Que no superaba a su gracia, ni a su inteligencia. Confías, o confíaste. No una, si no dos veces. Y siento decir.. que he dicho algo impredecible.. ¿Os gusta predecir no? Mi futuro, sólo lo construyo yo con mi presente. Miro hacia a delante, y sólo oigo el tic-tac de los relojes. Los relojes de pared diseccionados por diferentes cifras.
Y si es locura, hoy no la empapelaré. No por miedo, ni por pánico.
Por sonrisas, por su azul.
''Días azules.''
