Lo de hoy, no es cómo lo de siempre. Ni metáforas, ni formas curradas de escribir. Hoy se notará que la que hablo soy yo, y no un cualquiera detrás de la pantalla.
Siento que se me está llendo todo de las manos, que se me desborda poco a poco en corazón, (no precisamente de sangre), que se desborda la sosería de tus sonrisas. El reflejo no deja de hablarme, todo el día en mi cabeza, amartilleando mi escasa concentración con tus ojos. Quiero gritar de rabia, luchar, saltar, querer hasta matar. Pero, es que hoy solo me sale tirarme en el sofá y mirar desde la rejilla de la puerta cómo se escapa todo eso por lo que tanto luché. La melancolía, el tiempo. Puto tiempo. Sólo 20 días, 20 escasos y míseros días, dónde te veré en menos de 15. Me voy hundiendo poco a poco, se me ha pasado tan rápido.. Nostalgia a la hora de mirar al reloj. A la hora de ver tus ojos. A la hora de respirar tu colonia.
Y es que a veces se apodera de nosotros el sentimiento de perdición, se apodera de nosotros el escaso poder que tenemos contra nuestro corazón. Y supongo que será porque no sé hacerlo, no sé vivir como una persona feliz. No tengo ejemplo de felicidad, y lo busco en tí, pero tú no me la quieres otorgar..
Me mata.
