Que voy a seguir siendo así por mucho que moleste, que incordie, que duela, o incluso que mate. Que por mucho que me pinteís de azul de verde o me cambieis incluso el tono de los ojos, seguirá siendo mi mirada y mis actos, mis arrepentimientos, y mi forma extraña de ver lo que todos dan por invisible. Lo que sepas de mí, o lo que te imagines, no llegará nunca ni al límite de rozar la realidad sobre mi ser. Lo que veas como detestable de mí, es probablemente mucho peor. Lo que crees ver, lo inexistente, es tan inexistente para mi como tus pensamientos impuros. Me dará igual, así que no te molestes en decirmelo.
Todo lo que quiero saber, es lo que piensas. Lo que creas que soy, lo que quisiste que fuese y que a día de hoy llegaría tarde a ser. No voy a cambiar mi personalidad, porque para eso considero bueno tenerlo, para lograr mi felicidad, pero si que me encantaría poder aclarar la verdad de lo que hubo sin rencores, sin malas caras, con la seguridad de que digamos lo que digamos todo quedó enterrado en el pasado.
Ahora me tendré que esperar más, y me arrepiento, como todo ser humano tras haber perdido a esa persona que quiere con locura, pero voy a intentar hacerlo con la mejor de las esperanzas, y no recaer en las torturas que provocan mis largas noches y las letras de tantas canciones.
